Según datos publicados basados en estudios veterinarios, son cada vez más los animales con desórdenes de conducta y bajo tratamiento.
"¿La conducta de su perro ha cambiado recientemente? ¿Tiene quejas de sus vecinos por los constantes ladridos cuando usted no está en su casa? ¿Observa que su perro salta agitado cuando alguien cruza la puerta de entrada?"
Estas preguntas son algunas de las que plantea la principal empresa de medicamentos tranquilizantes para mascotas de Estados Unidos, país en donde más de 700.000 animales domésticos, principalmente perros, toman Prozac o algún otro antidepresivo.
El informe que cita las cifras fue publicado en la revista "El Estado Mental" y difundido por la prestigiosa revista Technology Review del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), de EE.UU., para dar a conocer una tendencia que crece desde 2007, cuando el medicamento fue aprobado por la FDA (Agencia de Alimentos y Medicamentos).
Concretamente, el medicamento Reconcile es diagnosticado para el tratamiento de la 'ansiedad de la separación', una alteración del carácter descrita por los psiquiatras caninos que se adapta con singular precisión a los efectos del medicamento. El principio activo de Reconcile es la fluoxetina, el mismo del Prozac, aunque aquéllas vienen con sabor a carne, por aquello de dulcificar su ingesta.
Muchas personas se preguntan qué hacer ante los problemas de conducta de sus mascotas, atadas al destino de sus amos y sometidas a entornos extraños (como un pequeño departamento) durante muchas horas.
Nicholas Dodman es un veterinario, fundador de la Clínica del Comportamiento Animal, en la Universidad de Tufts, en Nueva Inglaterra (EE.UU.) y uno de los primeros en tratar a las mascotas de enfermedades que solían ser patrimonio de las personas, como "ansiedad por separación, Agresividad por añoranza y desórdenes obsesivo-compulsivos", según relata el documental 'Prozac para mascotas', de Odisea.
La prestigiosa científica Penny Hawkins, comentó en 2007 a la revista New Scientist que "los fármacos no deberían ser usados para sostener un modo de vida que no puede sostenerse de ningún modo, equivocando el diagnóstico de problemas que podrían ser tratados con otros medios, como un aumento del ejercicio".
Los norteamericanos gastan 5000 millones de dólares anuales en medicamentos para mascotas. Otras medicinas recientemente desarrolladas para animales domésticos son Slentrol, para el control del peso, y Cerenia, contra el mareo. Dado el alto costo en el desarrollo una nueva medicina, generalmente se adaptan moléculas previamente diseñadas para humanos, según cuenta Technology Review.
FUENTE: http://www.lanacion.com.ar
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