Mire con atención la fotografía que ilustra esta nota, pues el adolescente que posa junto a un sonriente Elton John es, aunque cueste trabajo creerlo, el mismo que a la derecha, convertido ya en un adulto, detiene a un apresurado Michael Jackson y deja perplejo a Woody Allen. Su nombre es Richard Simpkin y en Australia es una leyenda por una obsesión que inició 23 años atrás: fotografiarse con celebridades.
A los quince años un evento cambiaría para siempre la vida de Simpkin y daría pie a una costumbre que, aunque muchos calificaban de insana, hoy lo lleva a recorrer el mundo con una muestra fotográfica sorprendente. Richard, quien solía esperar a los famosos que llegaban a su ciudad para pedirles un autógrafo, encontró entre los papeles de sus padres una fotografía que se tomaron en su juventud con John Lennon y Yoko Ono, y cayó en cuenta de que una imagen como esa podía ser un recuerdo preciado a largo plazo, además de una forma rápida de incrementar su popularidad con las chicas de su escuela.
Es entonces que el protagonista de esta historia, que más tarde se convertiría en fotógrafo profesional, compra una cámara de fotos y sale a la caza de famosos en los hoteles más exclusivos de la ciudad. Kylie Minogue, Bon Jovi, Keanu Reves y Michael Hutchence, el fallecido vocalista de INXS, quien llegaría a convertirse en su amigo, fueron las primeras celebridades con las que se retrató Simpkin y las que lo ayudaron a ganar popularidad en su país para, de esa forma, salir de él en busca de más imágenes.
Así, fue incrementando su galería con fotografías junto a Shirley MacLaine, Bob Dylan, Donald Bradman, el Dalai Lama, Michael Jackson y los recientemente famosos Zac Efron y Robert Pattinson, logrando más de dos mil imágenes con celebridades que hoy conforman una exposición llamada “Richard and famous”, la misma que se presenta por estos días en Inglaterra.
“Algunas veces ni intercambio palabra con la celebridad. Lo importante es tener la foto”, es la filosofía de Simpkin. Como ven, no hay costumbre, por más rara que parezca, de la que no se pueda sacar provecho.
fuente: http://elcomercio.pe/
A los quince años un evento cambiaría para siempre la vida de Simpkin y daría pie a una costumbre que, aunque muchos calificaban de insana, hoy lo lleva a recorrer el mundo con una muestra fotográfica sorprendente. Richard, quien solía esperar a los famosos que llegaban a su ciudad para pedirles un autógrafo, encontró entre los papeles de sus padres una fotografía que se tomaron en su juventud con John Lennon y Yoko Ono, y cayó en cuenta de que una imagen como esa podía ser un recuerdo preciado a largo plazo, además de una forma rápida de incrementar su popularidad con las chicas de su escuela.
Es entonces que el protagonista de esta historia, que más tarde se convertiría en fotógrafo profesional, compra una cámara de fotos y sale a la caza de famosos en los hoteles más exclusivos de la ciudad. Kylie Minogue, Bon Jovi, Keanu Reves y Michael Hutchence, el fallecido vocalista de INXS, quien llegaría a convertirse en su amigo, fueron las primeras celebridades con las que se retrató Simpkin y las que lo ayudaron a ganar popularidad en su país para, de esa forma, salir de él en busca de más imágenes.
Así, fue incrementando su galería con fotografías junto a Shirley MacLaine, Bob Dylan, Donald Bradman, el Dalai Lama, Michael Jackson y los recientemente famosos Zac Efron y Robert Pattinson, logrando más de dos mil imágenes con celebridades que hoy conforman una exposición llamada “Richard and famous”, la misma que se presenta por estos días en Inglaterra.
“Algunas veces ni intercambio palabra con la celebridad. Lo importante es tener la foto”, es la filosofía de Simpkin. Como ven, no hay costumbre, por más rara que parezca, de la que no se pueda sacar provecho.
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