
Según el profesor que lideró el estudio, Rivka Inzelberg, rezar consiste en una actividad mental profunda y un trabajo intelectual. “Y cualquier trabajo intelectual influye positivamente al trabajo del cerebro”, explicó.
Para investigar se encuestó a los integrantes de una comunidad religiosa que reza cinco veces al día. Resultó que las mujeres religiosas que oraban diariamente mostraban mayor protección a la demencia moderada y la enfermedad de Alzheimer.
Cabe indicar que, en el caso de los hombres, al menos 90% indicó que oraba de manera diaria. Esto dificultó la investigación debido a que no se contaba con un grupo de estudio para comparar y establecer conclusiones.
FUENTE: http://www.rpp.com.pe/
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